Amagro, la montaña sagrada de nuestros antepasados, ofrece al ciclista de montaña experiencias únicas, pero de noche..... es toda una experiencia. Después de haber ido alguna que otra vez en solitario, repetí con algunos amigos. Es un tópico, pero no por ello menos cierto.... Con amigos mejor.
A todos nos ha cogido la noche alguna vez en alguna ruta que se nos ha complicado. En esos momentos te invade una sensación de inseguridad, un miedo a que todo se tuerza que te atenaza e impide que disfrutes de lo que haces. Es lógico. De noche todo se complica. Sin luz es complicado ver donde pones la rueda, y en caso de optar ir por alguna vía asfaltada literalmente te juegas el pellejo. Si tu ves menos, al conductor de un vehículo motorizado le pasa lo mismo.Y eso unido a la probabilidad de que ese conductor venga pensando en las musarañas, cansado por el madrugón y una larga jornada laboral o, peor aún, con dos pizcos de más, hace que coger una vía asfaltada de noche sea poco menos que comprar un boleto de una rifa para un accidente.
Pero preparar una ruta nocturna es algo distinto. No puedo decir que lleve toda la vida saliendo de noche con la bici, y mucho menos que sea un experto, lo que sí puedo decir es que, con cuatro consejos y precauciones básicas, salir de noche es una experiencia única, diferente, que todo el que la prueba queda "enganchado".
Salir de noche implica una mayor preparación previa. Sabiendo el peligro de ir por asfalto, la primera y más importante premisa es evitarlo lo máximo posible. Ademas, hay que evitar zonas demasiado alejadas" por si acaso" y buscar recorridos menos técnicos.
La segunda, llevar el equipamiento adecuado. Es mejor parecer un arbol de navidad entre luces, chalecos y catadioptricos y que nos vean desde la montaña de enfrente , que ir luciendo ese mallot tan chulo que con su color oscuro nos disimula la barriga cervezera arriba de nuestra elegante bici negra y que nos lleven por delante por no no vernos a tiempo.
Y la tercera, pero no menos importante, llevar tanta luz como podamos. Un foco en el manillar es lo básico, lo mínimo, pero más pronto que tarde nos damos cuenta de que una segunda luz en el casco es vital en las curvas.
¿Merece la pena tanto trajín? SI. Salir de noche tiene "su puntito" . Precisamente la falta de luz, la gran desventaja de coger la bici después de la puesta de sol, es lo que lo hace atractivo. Te tienes que fijar donde vás a poner la rueda, memorizar donde estás alumbrando ahora porque igual tienes que rodear una piedra y al tener la luz en el manillar vas a perder la visibilidad en el camino, el tema de tener que pensar por donde bajar ya que aquella vez que viniste había un tenique a media bajada..... el subidón de adrenalina es increíble.
Pero bueno, que me voy por las ramas. Tras un buen tiempo sin coger la bici, precisamente por una bronquitis que cogí en Amagro, quedo con David, Juan Carlos y Josele para subir la Montaña Sagrada.
Tras el cambio de hora, salir de Guía a las 19.30 nos dió todavía casi hora y media de luz. Así que salimos como tiros barranco de Las Garzas abajo, hasta la altura de la depuradora, tiramos rumbo a los Dos Roques, desvío a Corralete y subida a Amagro por la pista principal. Hasta aquí todo bien, una ruta normal. Pero al llegar a la altura del antiguo vertedero, ya Lorenzo comenzaba a decirnos adios y hasta mañana. Así que nos pusimos las luces en los manillares, el frontal.... y pa´rriba.
Cuanto más tarde se hacía, menos luz había, más se complicaba la subida. Ibamos subiendo a buen ritmo, claro, yo me conozco el camino bien de tanto subir, y al ir marcando el ritmo mis compañeros me seguían. Me sentía muy comprometido, responsable si lo quieres llamar así, de mis amigos. Tenía en la cabeza la idea de que si me equivocaba de este o aquel camino o una trazada mal tendríamos que parar, y la verdad es que subíamos bienísimo y no quería estropear aquello.
Llegamos a la cumbre. Fuerte viruje. Las nubes estaban bajas..... tan bajas que estabamos en medio de ellas. Y mientras subíamos se iba notando el descenso de las temperaturas, pero íbamos relativamente "asocaos" (dícese de cuando uno está protegido del viento). La cumbre era otra cosa. Una ventolera fría y húmeda, que si hubieramos parao alli sólo 30 segundos la gripe no nos la quita ni el médico del Rey.
De hecho la parada fué única y sencilamente para abrigarnos para la bajada.
La bajada. La bajada...... Mira que he bajao mil veces Amagro (y las que me quedan). Pero era la primera vez que la hacía de noche y en compañía. No me atrevo a bajar por el camino de la cara sur de noche, así que siempre bajo por la pista principal. Eso sí, al hacerlo con gente pues asumes ciertos riesgos que si fueras solo ni de coña harías. Así que, por decirlo elegantemente..... íbamos a una velocidad "ligeramente" superior a la media.
Fuerte golosina. Iba ciego. Bajar a toa leche una pista de tierra en desuso con roderas, tramos con piedra suelta, picón en algún que otro lugar y hasta barro con un campo de visión de como mucho 10 metros delante tuyo pero un ancho de 2 metros..... Lo que iba era tirando de memoria. Aquí esta el charco, aquí la curva que se coge por fuera, aqui donde la rodera..... ¿que si no? Me arrisco. Y conmigo los que venían detras. Yo no sé si venían a 5 metros detrás mío o a 5 centímetros ¡cualquiera gira la cabeza en ese momento! Lo que sí sé, y sabía en ese instante, es que si me equivocaba y me caía, nos caíamos todos. Tenía más presión que Djukic al ir a tirar aquel penalti a González.
En una recta con bastante ancho ya solté todo el freno, y claro, David y Josele en ese momento me seguían. Yo sabía que al final de esa recta había una curva de izquierdas con tierra suelta, gravilla, así que me dejé ir y frené como para que me vieran hacerlo. Con lo que no contaba es que por la derecha, cual gacela desbocada, viniera totalmente desarretao Josele. Me desgañité a decirle que aflojara, que se mataba.... Se vé que me oyó a tiempo jejejeje.
Justo después de esta curva venía un zigzag, donde precisamente Josele casi se cae con una piedra en una rodera. Yo, que me había asustado con el frenazo de Josele, iba el último.... así que aproveché y me tomé un atajillo. Así cuando ellos venían llegando dos curvas más abajo me vieron de frente.... fuerte risa, la cara de ellos, no sabían de dónde había salido yo.
Gracias a Dios, o a Tamarán, que pa eso estábamos donde estábamos, todo salió bien y llegamos al cruce del antiguo vertedero sanos y salvos. Aquí, la ruta que tenía preparada, que es la que habitualmente hago y que consiste en bajar por La Cruz, la obviamos y volvimos por donde mismo subimos, que había un poco de prisa. Así, llegamos a Corralete rápidamente. Al bajar a Los Dos Roques, y tras cruzar la carretera de Sardina no sin precaución, alcanzamos el barranco nuevamente a la altura de la depuradora y rumbo a Guía.
5 pedaladas dimos. Josele tuvo la mala pata de pinchar y como es normal, a cambiar la rueda. Pero se hizo rápidamente, la verdad. Estos momentos sirven siempre para comentar cosillas entre nosotros, y siempre se aprenden truquillos los unos de los otros.
Ya ahora sí, una rápida vuelta a Guía barranco arriba, meter las bicis en los coches y pa casa. Como comprenderán, no pude apenas sacar fotos, de noche y con movimiento es complicado que un móvil lo haga.
Pa mi, lo mejor de todo, aparte del subidón de adrenalina que fué el que vinieran todos siguiendo mi trazada como si les fuera la vida en ello, fué la cara de Josele. De los cuatro que fuimos aquel día solo Josele no había probado la "nocturnidad ciclista". Y creo que lo hizo a lo grande, con amigos, con trámos muy rápidos, y con una ruta que digan lo que diga tiene su dureza. Creo que "el lado oscuro" tiene un nuevo aprendiz Sith ......
Enlace a la ruta original en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=9204886 (nosotros no la hizimos exactamente así, subimos y bajamos por el mismo sitio)
Enlace Runningfreeonline
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