jueves, 19 de mayo de 2016

La Aldea por Altavista


En esta entrada hablaré de lo que fue para mi un sueño cumplido. Bajar a La Aldea por Altavista con mis amigos.




De todos mis conocidos es sabido que a La Aldea me unen lazos familiares. Es por ello que, aprovechando los pocos días que paso por allí, he podido coger la bicicleta y disfrutar de rutas únicas en la isla. Rutas que por desgracia mucha gente no conoce ya que como dicen ellos "hay que ir por esa carretera".  No voy a entrar a hablar extensamente de ello, pero si que diré que en pleno 2016 es inconcebible que más de 10.000 habitantes de un pueblo se tengan que jugar la vida para ir al cine, arreglar papeles en algún organismo oficial o ir al médico. Página web del ayuntamiento aldeano.




Bueno,  a lo que iba. El municipio de la Aldea de San Nicolás tiene una gran parte de territorio bajo protección medioambiental. Además tiene zonas muy escarpadas y alejadas lo que en cierta medida contribuyen a la singularidad de sus paisajes. Por ello cada salida en bici o caminando en La Aldea puede ser una toda una experiencia. Más información: Senderos de La Aldea




Hace ya algún tiempo unos amigos con los que desafortunadamente no tengo el placer de compartir salidas últimamente propusieron una circular por Tirma y Altavista. Recuerdo muy bien aquellos días. Recuerdo que intentamos recabar toda la información del camino de Altavista. Buscamos, buscamos, rebuscamos....  Todo acababa en dos wikilocs y un video de un grupo de ciclistas llamados "los malajes". En el video, siendo fieles a la verdad, se ve lo espectacular de la zona, pero como en todo video, hay detalles que no se notan con total claridad : la dificultad técnica, el estado del firme, la longitud de los tramos a caminar....  Y los dos wikilocs categorizaban la ruta como "fácil"....  Y con esa información fuimos. Craso error. Fuimos un grupo grande, con un menor de edad y una persona con algún problema de salud. Aquel día la subida a Tirma nos la desayunamos sin problemas. Pero no estábamos preparados para lo que vino después. Horas y horas de caminata. La dificultad técnica, los largos tramos con la bici al hombro y el calor nos amargaron el día. Ese fue el día en que aprendí por las malas a desconfiar de la clasificación que hacen la mayoría de los usuarios de sus rutas. 



Con el tiempo, y cuando se me fue pasando tanto el cabreo como la decepción de aquel día me propuse volver al sendero de Altavista. Me lo tome como un desafío personal, pero también como una segunda oportunidad a ese sendero que tan mal trago nos hizo pasar. En esa ocasión no me quise arriesgar a meter a nadie por un sitio tan complicado. Asi que hice una brutalidad. Salí de La Aldea mucho antes de que a Lorenzo le sonara el despertador y me llegué por asfalto a la Degollada del Sargento. De ahí a La Aldea por el camino. Ese día, a pesar de ir con una 29 rígida e ir solo, me descubrí haciendo mucho montado en la bici. Pero más de lo que en mis mejores expectativas había pensado. No todo, claro, pero llegué a La Aldea con un sabor de boca realmente agridulce.



Pasó el tiempo, me hize con una bici doble, y luego con otra bici también doble pero de mayor recorrido y bastante más ágil, ratonera. Además, poco a poco uno se va soltando más en las bajadas, mirando donde pone la rueda al subir, colocando el culo muy muy pa trás cuando la cosa vira pa bajo..... ¿Cómo lo llaman? ¿Coger técnica? Yo lo llamo tener geito con la bici. 

Uno de mis amigos y compañeros de fatigas, Pedro, me preguntó si conocía el camino de la Aldea por Altavista. Así que nos pusimos a ello. Buscamos quien nos llevara al Pico, quien nos fuera a buscar, preparamos el recorrido, buscamos las alternativas por si hubiera algún contratiempo. Y todo listo. Pero quiso el divino que ese día se metiera tiempo de sur y con una lluvia del carajo y un viento fuerte decidimos abortar. Y no lo decidimos en casa con el pijama puesto. En plena alerta por temporal nos plantamos en el Pico con la vana ilusión de tirar pa La Aldea. Incluso nos llegamos al Lomo de La Retamilla por si era posible intentarlo desde más abajo. Pero no, el día no estaba para ello y nos buscamos otra rutilla...  Algún día hablaré de ella......



A la segunda vez que nos lo propusimos quiso el altísimo que la cosa se cambara de nuevo. Otra vez alerta por temporal..... y otra vez buscamos una alternativa....  Y nos fuimos pa Tauro a enchumbarnos toítos y a pasarlo como nunca lo habíamos hecho ( http://grancamtb.blogspot.com.es/2016/02/presa-de-las-ninas-tauro-mogan.html




Todos tenemos vida más allá de la bicicleta. Unos se nos fueron de viaje, otros cayeron agripaos, otros tenían compromisos familiares ineludibles....  Por lo que nos vimos obligaos a posponer nuestra aventura. A cada día que pasaba se nos acercaba el invierno. Eso me preocupaba mucho. Ese sendero lo recordaba yo muy largo y complicado, un lugar muy aislado en el que si nos tranca un temporal podiamos haber pasado muchas fatigas. Luego estaba el tema de las navidades. Por mucho, muchísimo, que nos guste la bici, no es plan en esas fechas no estar con la familia. Así que en cuanto hubo una fecha, nos buscamos una persona que nos hiciera el transporte (Manolo, un buen amigo mío) y nos preparamos. 

El día antes casi se tuerce todo. Y digo literalmente. El sábado nos fuimos Fran y yo a hacer una mini-ruta por Azuaje y lo que se cambó fue la patilla de cambio de mi bici. Gracias a Dios el amigo Pepe en Gáldar me lo arregló a última hora y pude llevarla. Gracias nuevamente compa. 

Era un día especial. Y decidimos hacerlo aún más. Así puestos salimos de arriba del todo. Del mismo Pico de Las Nieves. Si, alargamos la ruta, quizás en exceso, o como dice un amigo mío, hizimos dos rutas en una, pero la ocasión lo merecía. Nos pegamos el madrugón y nos reunimos donde siempre para que Manolo nos recogiera. Mejor dicho, se pegaron el madrugón. Yo sencillamente no pude dormir de la emoción y los nervios,me pegué toda la noche dando vueltas en la cama.....  

Llegamos al Pico con los primeros rayos de sol. Lorenzo se despertaba muy tímido ese día y hacía un viruje del carajo. Nos pusimos todo el abrigo que teníamos, las protecciones, una rápida foto para el recuerdo y salimos como alma que lleva el diablo pa la Degollada de los Gatos. No había tiempo que perder. 









Poco que decir nuevo del tramo Pico de Las Nieves - Artenara. Degollada de los Gatos, Garañón, Cruz de Tejeda - Risco Chapín - Montaña de Artenara..... ya eso en sí mismo es toda una ruta. Un rutón como mínimo. Y aquel día lo disfrutamos. Aún parando al cortaíto a Ca Yolanda en La Cruz.




Ya en Artenara, y con una sonrisa de oreja a oreja, nos jincamos otro reavituallamiento y compramos agüita pal trote que nos esperaba. Como dice un amigo mío, una embarcada de cojones. Sabía, por experiencia propia, que de la Degollada del Sargento a Castañeta no íbamos a ver ni una sola alma. Bueno, ninguna alma cristiana al menos.

Aún tuvimos tiempo de disfrutar de la bajada a la Cruz de Acusa desde Lomo de Los Cuervos. Ibamos contentísimos. Nos salía todo. Pero nos dimos cuenta que el tiempo pasaba y pasaba, así que de la Cruz de Acusa a la Degollada del Sargento decidimos ir por asfalto. Nos quedaba mucho por delante.

Una vez ya dejada atrás la Cruz de María, todo era nuevo para mis amigos. Yo ya había estado en este camino. Y por ello me sentía responsable de ellos, como un pastor con las cabras que tiene que llevar en transhumancia. Gracias que el camino es sencillo de seguir. Pero de sencillo de seguir a que sea fácil para la bici......

Comenzamos con un tramo muy muy rápido hasta las lajas del jabón, en el pie mismo de Altavista. Rápido no, rapidísimo. Allí paramos nuevamente a papear algo. Sí, querido lector, la tercera parada para comer algo, pero es que nos subimos a la bici a las 8 y ya eran las 2 de la tarde. Uséase, las 6 horas de ruta y todavía nos quedaba lo más jodido por delante.




Así que, con la barriga contenta y el corazón alegre, partimos "pa bajo". Lo de las comillas.... lo primero que hizimos fué portear la bici un tramo larguillo, y no fué el único. Pero volvería mañana mismo. En toda la ruta hay tramos muy complicados de bajar y otros de acarrear la burra, pero es que el paisaje es espectacular. No pocas veces nos paramos a ver por dónde íbamos pero sobre todo a disfrutar del paisaje.



 
Pero no todo es color de rosa, y menos en una ruta tan tan larga. Desgraciadamente un compañero sufrió una volada (donde precisamente yo la siguiente vez escapé loco de lo mismo), y otro tuvo problemas musculares. Pero gracias a la voluntad y al ánimo de ambos (y a cierto doping farmacéutico que llevaban en el petate) pudimos continuar. 





Llegados a la pista que conduce al Tifaracal veíamos caer la noche.  Y allí vimos a la única alma del lugar a aquellas horas, después de auxiliarla (esa es una larga historia que dejamos para lo privado) seguimos por los Llanos del Tarajalillo, viendo el sol bajar cada vez más.



Llegados al Morro de Los Pinos, y con La Aldea a nuestros pies (para ser exactos a 700 metros por debajo nuestro) casi que descansamos un poco de la tensión. Ya veíamos la civilización jejeje


Aquí quiero hacer una pequeña parada en este relato. Yo recordaba la bajada inicial de Morro de Los Pinos (vease foto siguiente) como la leche en pasta. Como la ostia de difícil. Claro. Lo llaman evolución. Yo me resisto, yo lo llamo coger geito. La vez que estuve por allí iba con la 29 rígida, iba molío de subir de La Aldea a Altavista por Acusa solo y tenía muchísima menos experiencia con las bajadas. Experiencia que precisamente me dieron, en su mayoría, mis compañeros de ruta de ese día. Así que la bajada a la que más tenía miedo la bajé como el que baja una acera. Es increíble, no te das cuenta de lo que has aprendido hasta que no vuelves al sitio aquel que recordabas tan difícil pasado un tiempo.


Pero, y esto me jodió enormemente, no toda la bajada era ciclable. El camino, camino real, está dejado de la mano de Dios, o en este caso, del Cabildo. Es hasta difícil para caminar. Piedras sueltas, derrumbes, maleza... Así que una vez llegado al pie del Morro de los Pinos, donde termina la pista (por llamarla de alguna manera) que sube desde Risco Prieto, Tiramos por los Pozos de Balango pa bajo como alma que lleva el diablo.

Aún hubo tiempo para un cartucho más. Mis compañeros, que ya se veían tomando café, los paré a la altura de Riscoprieto y les dije.... este es el circuito de downhill de La Aldea.... Y se les dibujó una sonrisa en la cara.....

Este circuito, obra 100% de Isaac Jiménez,  fue la guinda a una ruta inolvidable. Un circuito de descenso muy completo y rápido.




Después de la parada de rigor a ca´mi suegra (y el café que no me puedo ir de La Aldea sin probarlo) llegamos a la Iglesia de San Nicolás. Fin de Ruta en el bar como no podía ser menos,  en el bar comiendo algo pero sobre todo con una cervezilla, una sonrisa en la cara, una moliera en el cuerpo y una satisfacción en el corazón.  Para mí, todo un sueño cumplido, volver a Altavista y disfrutar de ello, no la mataera que sufrí el día que fuí solo. Y justo con la compañía adecuada, la mejor que se puede pedir. Uno de mis mejores días como ciclista, sin duda, y de mi vida también.


 
Información adicional:

Ruta en el wikiloc de Fran: Pico de las Nieves - La Aldea (Por Altavista)

DH La Aldea: Downhill La Aldea
 

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